Mucho antes de que
la Asamblea de las Naciones Unidas hiciera un reconocimiento en pleno siglo XX,
hace como 2.000 años atrás alguien ya había dejado en claro lo importante que
son los niños… estamos hablando de Jesucristo.
La Asamblea de las Naciones
Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño el 20 de
noviembre de 1959. Más tarde, el 20 de noviembre de 1990, aprobó la Convención
sobre los Derechos del Niño.
Era el reconocimiento que hacía el mundo en cuanto a la consideración e
importancia que tienen los niños en nuestra sociedad, los cuales como es
sabido, muchas veces son maltratados, no respetados.
Hoy consideraremos 7 puntos en los cuales queda demostrado la importancia que
tienen los niños para Dios:
1.- De los niños es el reino de Dios:
“Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los
que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a
los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de
Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un
niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre
ellos, los bendecía.” (Marcos 10:13-16)
De los niños es el reino de Dios ya que los niños son seres puros que no tienen
pecado porque no tienen discernimiento ni conocimiento acerca del bien o del
mal,lo cual los hace tener el camino libre hacia el cielo.
Esto también quiere decir que no necesitan de arrepentimiento, por
lo tanto, no requieren de bautismo. Al respecto muchas personas se
preguntan acerca del destino eterno de los niños que mueren sin el bautismo …
sin embargo, debemos de hacer caso a lo que dice la Biblia, y es clara al
señalar que “el alma que pecare, esa morirá”
(Ezequiel 18:20).
Por lo tanto, si un niño fallece, su destino eterno es el cielo por cuanto de
él es el reino de Dios. El bautismo y arrepentimiento es para pecadores, o
sea, gente adulta como nosotros que pueden discernir entre el bien y el mal.
2.- Recibir y atender a un niño es como si se tratase del mismo Jesús:
“Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.”
(Mateo 18:5)
No solamente debemos de ser atentos con el pastor, u otro cristiano para
nosotros, sino que Dios nos da a entender que un niño merece el mismo
recibimiento como si se tratase de Él mismo.
3.- Dura advertencia para los que hagan tropezar a uno de estos pequeños:
“Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí,
mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que
se le hundiese en lo profundo del mar.” (Mateo 18:6)
Ni hablar del destino de las personas que pretendan enseñarle a un niño que su
creencia en Dios es equivalente a creer en “papá Noel”. Ni hablar, el texto
está más que claro.
4.- Jesús manda a no despreciar a los niños:
“Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus
ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los
cielos.” (Mateo 18:10)
Cuantas veces los niños son despreciados, poco atendidos, poco escuchados…
simplemente, no tomados en cuenta, ni aún por sus propios padres. Sin embargo
un niño ¡tiene ángeles que ven el rostro de Dios!, algo de lo cual
ninguno de nosotros - por más espiritual que sea – puede alardear.
5.- Jesús dijo que tenemos que ser como niños:
“y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como
niños, no entraréis en el reino de los cielos.” (Mateo 18:3)
Si no nos volvemos y hacemos como niños – en cuanto a su humildad, fe y sin
malicia– no podremos entrar al reino de los cielos, ya que estas de las
cualidades que tienen los niños son indispensables para la vida cristiana.
6.- Dios escucha la alabanza de los niños:
“Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que
hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo:
¡Hosanna al Hijo de David!
Se indignaron, y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos
dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y
de los que maman perfeccionaste la alabanza?” (Mateo 21:15-16)
De la boca de los niños se perfecciona la alabanza a Dios. Ningún famoso
cantante cristiano se puede igualar a un niño. El cántico de alabanza de un
niño, que puede molestar a algunos adultos, es escuchado con mucha complacencia
y atención allá arriba en los cielos.
7.- Un niño puede ser llamado por Dios:
“Vino, pues, palabra de Jehová a mí [el profeta Jeremías], diciendo: Antes que
te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di
por profeta a las naciones. Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí, no
sé hablar, porque soy niño. Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a
todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. No temas
delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.” (Jeremías
1:4-8)
¿Tú eres un niño? Entonces prepárate, porque no sabes si el Señor
te puede llamar en este mismo momento para predicar su Palabra…
Padres, pastores,
iglesia: Tengan en mucha
estima a los niños, pues ellos no sólo son el futuro de la Iglesia, sino más
bien, son el presente. Así como el mundo le dio la importancia que se merecen
con la firma de sus derechos, también nosotros debemos saber darles su lugar en
todo lo que respecta al Evangelio de Dios, permitiendo que participen en todo
lo que puedan.
Niño: Dios te bendiga, y recuerda que aunque seas pequeño en edad y
estatura; aunque seas muy joven y te sientes que vales menos o que no tienes
importancia en las cosas de Dios, recuerda lo que he escrito arriba, recuerda
que Jesús te ama, y tiene tu vida en gran estima e incluso puede
usarte en gran manera ahora mismo si te dispones en sus manos. ¡Eres
muy importante para Dios!
•.¸¸•´¯`•.¸¸.ஐ Patricia ஐ.¸¸•´¯`•.¸¸.•