Lo primero que hizo fue entrar en el corazón de cada uno y hacerse amigo de todos.
Su presencia fue siempre amorosa, la del amigo que se da a conocer y que conoce.
La actitud del mejor amigo que no busca ser servido sino que se preocupa por servir a los Apóstoles. Su estilo es el de amar hasta el extremo, dando la vida por los amigos.
Esa es la actitud de amigo con la que Jesús ama y enseña a amar.
Los Apóstoles percibieron el amor de Jesús y se sintieron llamados a amarlo.
Seguramente eso fue lo que les pasó a los dos discípulos que fueron, vieron y se quedaron con Él para toda su vida (Juan 1) y por lo que ayudaron a que Simón Pedro fuera también a disfrutar de esa experiencia de amistad que ofrecía Jesús.
Después de hacerse amigo, Jesús ofrece su enseñanza con obras, vida y palabras.
Los Apóstoles recibieron del Amigo esa enseñanza y asemejaron, poco a poco, su vida con la del Maestro. Esa es la Escuela que enseña a amar y a ser amado. La Escuela que conjuga la caridad y la verdad. Así los Apóstoles y nosotros aprendemos lo más importante del Reino de Dios y logramos capacitarnos para ser misioneros del amor.
•.¸¸•´¯`•.¸¸.ஐ Patricia ஐ.¸¸•´¯`•.¸¸.•
No hay comentarios:
Publicar un comentario