El orgullo del hombre lo humillará, pero el de espíritu humilde obtendrá honores.
Proverbios 29:23
Después
del diluvio, las familias crecieron y llenaron la tierra. En ese momento todas las personas hablaban una
lengua única, todo el mundo utilizaba las mismas palabras. Algunos abandonaron el Oriente y llegaron a una llanura
en Sinar, donde vivían. Un día se dijeron unos a otros: -
Vamos, gente! Vamos a hacer ladrillos cocidos! . Así que tuvieron ladrillos para construir, en
lugar de piedras, y comenzaron a usar alquitrán en vez de masa. Entonces ellos dijeron: - Ahora vamos a construir
una ciudad que tenga una torre que llegue al cielo. . Así que vamos a ser famosos y no seremos
esparcidos por todo el mundo.
Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre
que estas personas estaban construyendo y Jehová
dijo así: - Estas personas son sólo un pueblo, y todos hablan un idioma. Lo que están haciendo es sólo el comienzo. Pronto serán capaces de hacer lo que quieran.
Bajaré y
perturbaré la lengua que hablan, por lo que uno no entiende lo que el otro está
diciendo. Y el SEÑOR los dispersó en el mundo, y dejaron de
edificar la ciudad . La ciudad se llamó Babel, porque allí
el Señor soltó el idioma hablado por todos los habitantes de la Tierra y los
dispersó de allí sobre el mundo.
Aplicación: Qué interesante fue lo que Dios hizo con el pueblo,
cambiar su idioma para ver que sin Dios no son nada. Esa gente era un pueblo orgulloso, pensaron que no
necesitaban a Dios. Debido a su orgullo fueron humillado por
Dios. Así que debemos sondear nuestros corazones, ser
humildes, que agrademos de corazón al Padre. ¿Alguna vez te has sentido muy
importante? Bueno,
todo esto es orgullo, y es pecado! Todo
lo que tienes, todo lo que puedes hacer, por ejemplo, una sabrosa comida, o torta,
dibujar muy bien, ser el mejor jugador de fútbol, tus dones
y habilidades vienen de Dios, tu inteligencia matemática, la facilidad en la realización de una actividad, son simplemente los dones que Dios te regaló, entonces dale las gracias por todo lo que
tienes, eres, y serás a Dios, en HUMILDAD!
Dios pide humillación ante su voluntad mientras
el hombre busca desesperadamente hacer lo contrario a esta
voluntad lo que termina expresando por medio de una clara actitud de soberbia en la cual considera que
sus planes siempre serán mejor que los de Dios. La soberbia se puede volver incontrolable lo que
puede destruir el alma y, es, lo que hace que Dios intervenga y, nos queda
claro que la única manera de detener la soberbia es la confusión lo que termina con
nuestras torres de soberbia, con nuestros ridículos planes de lograr poder sin
Dios.
El contemplar las ruinas de una vida destruida, un matrimonio
resquebrajado, una estabilidad económica destruida y cualquier otro clase de
ruinas, son el final espiritual para cualquier Nimrod que termina considerando
que sus planes son, mucho más poderosos que los de Dios.
Lectura de la Biblia: Génesis 11
•.¸¸•´¯`•.¸¸.ஐ Patricia ஐ.¸¸•´¯`•.¸¸.•
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