domingo, 6 de septiembre de 2015

"ORGULLO": VERGÜENZA Y MUERTE DE SALOMÓN

A pesar de la gran sabiduría que tenía Salomón el permitió que su corazón se desvíe porque tuvo el mismo problema que han tenido todos los hombres en la historia de la humanidad: dejaron de pensar con su cabeza y permitieron que su corazón tome las decisiones. 
En 1° Reyes 11 vemos plasmado el tema de la vergüenza y la muerte de Salomón. En este capítulo 11, se nos cuenta sobre las mujeres y las concubinas de Salomón. En su vejez, ellas inclinaron su corazón tras otros dioses. Dios amenazó a Salomón. Los adversarios de Salomón eran Hadad, Rezón y Jeroboam. Tenemos también las obras, el reino y la muerte de Salomón. Y finalmente, Roboam le sucedió. Salomón fue el fracaso más colosal registrado en todas las páginas de la Escritura. El Señor Jesucristo dijo (en Lucas 12:48): "Porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará". Salomón tuvo la oportunidad más grande que cualquier hombre jamás haya tenido. Comenzó por no eliminar la falsa religión (1° Reyes 3). Lo que primero fue como una mancha, más tarde se había convertido en algo así como la plaga de lepra. Tenía un harén de mil mujeres paganas, que apartaron su corazón del Señor. Por este motivo el Señor hizo surgir enemigos a Salomón y permitió que Jeroboam creciera en importancia y finalmente, dividiera el reino. El Señor se enojó contra Salomón, como leemos en el versículo 9. 
El reino iba a ser dividido como resultado del juicio de Dios. Sin embargo, veremos que esto no ocurriría en los tiempos de Salomón por amor a David su padre. Salomón le daría un alto puesto a Jeroboam, pero este conspiraría y encabezaría una rebelión de las 10 tribus del norte, conforme a la palabra de Ahías el profeta. Cuando Salomón descubriera esto, trataría de matar a Jeroboam, quien huiría a Egipto hasta la muerte de Salomón. Y el capítulo 11, concluiría con la muerte de Salomón, quien reinó durante 40 años.
Las bendiciones que recibimos de parte de Dios pueden ser un arma de doble filo porque muchas veces permitimos que el orgullo invada nuestras vidas. Dios le regalo a Salomón sabiduría divina, por medio de la cual se hizo grande y construyo una gran nación. El problema fue que Salomón se olvido de quien provenía esa sabiduría y creyó que todo lo que había logrado fue gracias a su gran inteligencia. Muchas veces olvidamos quien fue realmente el que nos dio los dones y comenzamos a enorgullecernos y creer que logramos las cosas por nuestros propios medios. Ahí es cuando comienzan los problemas, cuando nos olvidamos de Dios y buscamos gloriarnos a nosotros mismos. Dios hizo grande a Salomón, pero él no supo reconocerlo y comenzó a vivir orgullosamente. Poco a poco el Rey se olvido de Dios y comenzó a servir sus propios ídolos de acuerdo a su conveniencia. No se trata de adaptar a los dioses según nuestros deseos, sino de adaptarnos a Dios para seguir sus mandamientos. Salomón dejo de servir y buscar a Dios quien fue el que le dio todo para ir tras los deseos de su corazón. No caigamos en el mismo error, Dios quiere bendecir nuestras vidas pero nosotros debemos siempre reconocerlo a Él como nuestro Rey y Señor. Los talentos que tenemos nos san dados por Él y Él es el que los perfecciona en nosotros.


El que piensa estar firme, cuídese y examínese porque estos pequeños detalles pueden terminar alejándonos de él.   1° Corintios 10:12

•.¸¸•´¯`•.¸¸. Patricia  .¸¸•´¯`•.¸¸.•


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