A pesar de la gran sabiduría
que tenía Salomón el permitió que su corazón se desvíe porque tuvo el mismo
problema que han tenido todos los hombres en la historia de la humanidad:
dejaron de pensar con su cabeza y permitieron que su corazón tome las
decisiones.
En 1° Reyes 11 vemos plasmado el tema de la vergüenza y la muerte de Salomón. En este capítulo 11, se nos cuenta
sobre las mujeres y las concubinas de Salomón. En su vejez, ellas inclinaron su
corazón tras otros dioses. Dios amenazó a Salomón. Los adversarios de Salomón
eran Hadad, Rezón y Jeroboam. Tenemos también las obras, el reino y la muerte
de Salomón. Y finalmente, Roboam le sucedió. Salomón fue el fracaso más colosal
registrado en todas las páginas de la Escritura. El Señor Jesucristo dijo (en
Lucas 12:48): "Porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le
demandará". Salomón tuvo la oportunidad más grande que cualquier hombre
jamás haya tenido. Comenzó por no eliminar la falsa religión (1° Reyes 3). Lo
que primero fue como una mancha, más tarde se había convertido en algo así como
la plaga de lepra. Tenía un harén de mil mujeres paganas, que apartaron su
corazón del Señor. Por este motivo el Señor hizo surgir enemigos a Salomón y
permitió que Jeroboam creciera en importancia y finalmente, dividiera el reino.
El Señor se enojó contra Salomón, como leemos en el versículo 9.
El reino iba a
ser dividido como resultado del juicio de Dios. Sin embargo, veremos que esto
no ocurriría en los tiempos de Salomón por amor a David su padre. Salomón le
daría un alto puesto a Jeroboam, pero este conspiraría y encabezaría una rebelión
de las 10 tribus del norte, conforme a la palabra de Ahías el profeta. Cuando
Salomón descubriera esto, trataría de matar a Jeroboam, quien huiría a Egipto
hasta la muerte de Salomón. Y el capítulo 11, concluiría con la muerte de
Salomón, quien reinó durante 40 años.
Las bendiciones que recibimos de parte de Dios pueden ser un
arma de doble filo porque muchas veces permitimos que el orgullo invada
nuestras vidas. Dios le regalo a Salomón sabiduría divina, por medio de la cual
se hizo grande y construyo una gran nación. El problema fue que Salomón se
olvido de quien provenía esa sabiduría y creyó que todo lo que había logrado
fue gracias a su gran inteligencia. Muchas veces olvidamos quien fue realmente
el que nos dio los dones y comenzamos a enorgullecernos y creer que logramos
las cosas por nuestros propios medios. Ahí es cuando comienzan los problemas,
cuando nos olvidamos de Dios y buscamos gloriarnos a nosotros mismos. Dios hizo
grande a Salomón, pero él no supo reconocerlo y comenzó a vivir orgullosamente.
Poco a poco el Rey se olvido de Dios y comenzó a servir sus propios ídolos de
acuerdo a su conveniencia. No se trata de adaptar a los dioses según nuestros
deseos, sino de adaptarnos a Dios para seguir sus mandamientos. Salomón dejo de servir y buscar a Dios quien
fue el que le dio todo para ir tras los deseos de su corazón. No caigamos en el
mismo error, Dios quiere bendecir nuestras vidas pero nosotros debemos siempre reconocerlo a Él como nuestro
Rey y Señor. Los talentos que tenemos nos san dados por Él y Él es el que los
perfecciona en nosotros.
El que piensa estar firme, cuídese y examínese porque estos pequeños detalles pueden terminar alejándonos de
él. 1° Corintios 10:12
•.¸¸•´¯`•.¸¸.ஐ Patricia ஐ.¸¸•´¯`•.¸¸.•
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