jueves, 20 de noviembre de 2014

MI HIJO ES UN ADOLESCENTE

La adolescencia es una época que sólo se recuerda feliz cuando se ha pasado y estamos en plena madurez, e incluso puede añorarse, simplemente porque la hemos olvidado… No hay que olvidar que etimológicamente adolescencia quiere decir crecer, desarrollarse pero también padecimiento, dolenciaEncontrarse a sí mismo de nuevo es la difícil tarea en la que está inmerso todo adolescente.
Hablemos ahora de nosotros. De los padres. ¿Qué hacer ante un hijo adolescente? ¿Debo ser autoritario, amigo? ¿Debo consentir, prohibir?… Los padres deberán formarse para afrontar esta etapa evolutiva. Deberán seguir las pautas de educación adecuadas para controlar y evitar el conflicto. Es importante que lean mucho sobre adolescencia. Sobre los cambios físicos, emocionales para poder entender su comportamiento. Piense en su adolescencia. Espere cambios de humor en el hijo que normalmente es muy alegre y prepárese para más conflictos en el futuro que surgirán a medida que su hijo encuentre su lugar como persona. Los padres que saben lo que les espera pueden enfrentarse mejor a ello. Y cuanto más informados estén los padres, menor será el dolor. Es muy difícil conseguir en estos años una buena relación. Yo diría que es utópico, pero siempre podremos atenuar un poco las consecuencias de la crisis en nuestra comunicación con ellos.

NUESTRA PRINCIPAL HERRAMIENTA: 

-LA COMUNICACIÓN-

 Muchas veces la causa de los conflictos familiares se encuentra en una comunicación deficiente.
Los niños no nacen sabiendo cómo expresar sus pensamientos y sentimientos de forma apropiada.
Hay que enseñarles a expresarse y a escuchar a los demás.
A menudo, también los padres necesitan mejorar sus habilidades comunicativas.
Es obvio que la manera de comunicarse define las relaciones entre las personas. 
La comunicación es el hilo emotivo que nos une con los demás.
Por eso, hablaremos hoy de las características de una comunicación adecuada entre padres e hijos adolescentes.

¿CÓMO NOS COMUNICAMOS?

La comunicación consta tanto de mensajes verbales como no verbales:
Los mensajes verbales: las palabras, lo que queremos decir, lo objetivo.
La comunicación no verbal: los gestos, el lenguaje corporal, cómo lo decimos. 
Transmite sentimientos y emociones, lo subjetivo. Su variedad es muy amplia y diversa:
-la expresión facial
-la mirada (directa, esquiva,…)
-la postura corporal (la manera de sentarse, de permanecer de pie o de caminar)
-los gestos de las manos
-la proximidad o la distancia que se mantenga respecto de la persona con que se está hablando, la utilización del espacio personal, el contacto físico…
-la orientación del cuerpo respecto del interlocutor (de frente, de lado, de espaldas)
-el tono de voz (tranquilo, agresivo, etc)
-el ritmo, la velocidad del habla, las pausas
-el mismo silencio…

Ideas para educar a un adolescente:

Los tres ingredientes principales y básicos son empatía, sentido común y, sobre todo, mucho amor: ponerse siempre en el lugar de su hijo, llegar a sentir como siente él (empatía), tratar de ser lógico, no dejarse llevar por el dramatismo, ni por los demás, ser consecuente (sentido común), y, sobre todo, quererle, pero quererle sin condiciones (amor, puro y duro, el más difícil pero el mejor, el amor a los hijos).
Restableciendo la confianza
Las siguientes tres cosas tienen qué suceder para restablecer la confianza:
- El adolescente debe darse cuenta que no puede dirigirse a sus padres y pedirles privilegios grandes o no razonables.
- Cuando pida privilegios pequeños los padres deben comenzar a concedérselos, si los padres no se los conceden, los adolescentes no tendrán la oportunidad de ganarse esa confianza nuevamente.
- El adolescente debe decirle a sus padres lo que va a hacer y hacerlo. Los padres deben revisar que él haya hecho lo que dijo.
 En otras palabras, los padres deben poner toda la responsabilidad en los hombros del adolescente, cuánta confianza les des debe estar totalmente basada en su comportamiento y su sentido de responsabilidad.
Cuando la confianza se daña entre padres e hijos, es necesario restablecerla. Es importante que el adolescente pueda ver la responsabilidad de sus acciones para poder restablecer la confianza.
No dejemos nunca que la confianza se acabe, hay que restablecerla a la brevedad posible, porque sin esto nunca podrás ayudar a tus hijos adolescentes; sin esa confianza no existirá una relación de afecto entre tú y él, habrá problemas serios en el futuro entre ustedes de tal manera que no llegarás a confiar en él nunca más, ni podrás ayudarlo.
Una cosa importante para desarrollar responsabilidad en el adolescente pudiera ser no el que la tarea que le diste sea realizada, sino que experimente las consecuencias de su comportamiento y se sienta responsable por lo que le pase.
En algunos casos el que la tarea y el quehacer se hagan debería ser la última cosa que el padre trate de hacer.
El primer paso es hacer que el adolescente esté consciente que hay diferentes consecuencias por su comportamiento; el segundo es enseñarle que él es responsable por lo que le pase; y el tercero es concientizar al adolescente que tú consistentemente llevarás a cabo lo que él decida.
 Adolescencia, hermosa edad donde tanto los padres como los hijos enfrentaremos nuevos retos; los niños dejan de ser niños, se quieren comportar como adultos
pero aún no tienen la madurez necesaria, el carácter y la responsabilidad. Por otro lado, los padres no entendemos cómo tratar a nuestros adolescentes, la
distancia se hace grande entre el padre y el hijo y, en la mayoría de los casos, surgen problemas como el aislamiento, el cambio de actitud y de pensamiento.

Todos los niños son bendiciones de Dios, y Él tiene un plan para cada uno
Salmos 139: 13-18
 •.¸¸•´¯`•.¸¸. Patricia  .¸¸•´¯`•.¸¸.•

  

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