“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en
mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá
eternamente” (Juan 11:25-26).
Esta es una declaración increíble. El Señor ya había dicho que
cualquiera que creyera en Él no moriría sino que tendría vida eterna (Juan 3:16).
Pero aquí
Él nos da más detalles al decir que a pesar de que un creyente muera
físicamente, aun tendrá vida eterna. Él se refería a la resurrección de todas
aquellas personas que mueren en fe. Y luego Él dijo que habrá algunas personas
que nunca morirán, sino que pasarán de esta vida directamente a la otra.
Si no
supiéramos sobre el Rapto, no podríamos entender esto, pero ya que lo sabemos
entonces podemos entender que Él estaba hablando sobre una generación que
estará viva cuando Él venga por Su Iglesia, y que será cambiada de mortal a
inmortal sin tener que morir antes.
Y una vez más el Señor confirmó que la
única calificación para la vida eterna es la de creer que Su muerte pagó por
todo el precio de nuestros pecados.
Cuando Lázaro murió, Marta le dijo a Jesús, «Yo sé que (Lázaro) resucitará en la resurrección, en el día postrero.» Y Jesús respondió; «Yo soy la resurrección y la vida.» Evangelio de Juan 11, 24-25.
Resurrección significa, «levantarse de los muertos». Jesús tuvo que experimentar la muerte para decir estas palabras, pero todos a su alrededor veían que Él estaba vivo. Entonces, ¿cuál es la muerte que Jesús experimentó?
Resucitado en la semejanza de Jesús
Nuestra fe siempre es probada para ver si es verdadera. Como seres humanos somos rápidos para reaccionar conforme a nuestro parecer y entendimiento. Marta declaró a Jesús como «… el Cristo, el Hijo de Dios, que ha venido al mundo». Juan 11, 27.
Sin embargo, tan pronto Jesús dice que saquen la piedra delante del sepulcro, la misma Marta responde, « Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.», verso 39. Así de rápido reacciona nuestro propio entendimiento y razonamiento. «Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?» Entonces Jesús resucitó a Lázaro de entre los muertos.
Justamente este es el ejemplo de la resurrección que Jesús habló en su propia vida, ejemplo que nosotros también podemos experimentar. Nuestro razonamiento humano puede decir, «¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?» Y Por fe podemos responder, «Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes»,
Justamente este es el ejemplo de la resurrección que Jesús habló en su propia vida, ejemplo que nosotros también podemos experimentar. Nuestro razonamiento humano puede decir, «¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?» Y Por fe podemos responder, «Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes»,
1 Corintios 15, 35-36.
•.¸¸•´¯`•.¸¸.ஐ Patricia ஐ.¸¸•´¯`•.¸¸.•
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