jueves, 30 de octubre de 2014

DEPRESIÓN INFANTIL

Cuando la tristeza es intensa y se hace permanente en una persona, se puede hablar de depresión. Dos de cada cien niños la padecen. A veces la depresión está encubierta y se manifiesta en forma de rabia, de agresividad, de enfado o de mala conducta. Otras, se traduce en inquietud o hiperactividad y, en ocasiones, es la causa del fracaso escolar.
Las características principales de la depresión son un estado de tristeza o irritabilidad, desinterés o ausencia de placer en actividades agradables, pérdida o aumento del apetito, insomnio o hipersomnia, agitación o enlentecimiento psicomotor, disminución de la capacidad para pensar y concentrarse, indecisión, fatiga (sobre todo por las mañanas), sentimiento de inutilidad o de culpa y pensamiento o ideas de muerte.

 Hay múltiples causas que pueden explicar la depresión infantil. Algunas son socio-ambientales: un ambiente con pocos reforzadores (padres negligentes en cuidados básicos de afecto, educación, alimentación o higiene), rechazo o disminución significativa de reforzadores (una muerte súbita de
los padres o un cambio de poder adquisitivo en la familia), aislamiento o, en casos extremos, malos tratos.
Otra causa posible es la indefensión aprendida, o expectativas de falta de control, desesperanza, desmotivación. Es el caso del niño pesimista que piensa que le van a ocurrir cosas desagradables y que no van a ocurrir aquellas que desea.
También es el caso del niño para el que ser bueno es una obligación.

FACTORES QUE DESENCADENAN LA DEPRESIÓN INFANTIL


Algunos de los factores desencadenantes son:
Evento estresante: esto puede favorecer la existencia de pensamientos depresores, sobre todo en esas edades en que el niño es mucho más vulnerable, por ejemplo, la reiteración del fracaso, estarlo culpando de ciertos fracasos y la ansiedad que suele acompañar  a esos acontecimientos, puede hundir al niño en un estado de indefensión haciendo que se inhiba y que esté en completa depresión.
Hay momentos en donde se le debe señalar al niño que hizo las cosas de forma incorrecta, pero cuando los padres se relacionan básicamente en ese sentido con su hijo que nunca tiene palabras de amor y de aliento, ese es un factor que estresa que angustia al niño y que finalmente lo puede llevar a ese estado de depresión.
La propia familia: el niño en la familia debe sentirse seguro, debe sentir que es un lugar agradable, de protección, donde hay amor, amistad, en donde hay relaciones afectivas, y eso lo debe estar viviendo el niño, pues para eso existe la familia. La familia constituye un ambiente especialmente importante, ya que esto influencia el comportamiento del niño.
La inestabilidad en la convivencia familiar son factores que se pueden presentar como desencadenantes para la depresión del niño. El niño es un ser que “siente” y es afectado por las circunstancias que le rodean, todo lo que vive, va a repercutir en su estabilidad emocional, si esa estabilidad está afectada, puede llevar al niño a un estado de depresión.

“¡Ay de aquellos que pongan tropiezo a uno de estos pequeñitos!”

 La libertad o prohibición: este es un factor importante que afecta a niños mayores de 7 a 10 años. Hay papás que mantiene su relación mediante: “no toques”, “no hagas”, “no comas”. En estas ocasiones el niño se ve impedido de libertad para realizar, lo que todo niño desea: tocar, jugar, gritar, saltar, etc. Y esta restricción exagerada puede causarle angustia y depresión, ya que si hace lo que “no debe”, será castigado. Un niño de esta edad, tiene ciertas necesidades naturales para la etapa de vida que está llevando, si los padres en busca de un ambiente tranquilo, un lugar en donde no haya ruido y esté todo ordenado, el niño se acostumbra a un ambiente y a padres represores, y es otro factor de depresión infantil.
La disciplina es necesaria, pero se debe dejar espacio para experimentar, tener expresiones acordes a su edad, son niños, y deben comportarse como tal.
Escolaridad: el rendimiento escolar o las relaciones que se den en la escuela, son otro factor muy importante para todo niño, cuando no son los adecuados provocan depresión.
La solución es simple, la familia, debe darles herramientas válidas para enfrentar todo conflicto: ayudarlos a pensar, a estudiar, a leer, en cuanto a lo académico. No dejarlos solos, fomentar en ellos un carácter más seguro, y más estable, animarlos, abrazarlos, diciéndoles lo valioso que son y sobre todas las cosas cuán importante es para nosotros sus papás.
Una aclaración: cualquier niño puede tener un período de tristeza, de llanto, de angustia, la depresión infantil es mucho más fuerte que llorar en un día, es mucho más fuerte que el niño se haya sentido triste en algún momento dado.
Los niños que viven con mucha tensión, que hayan experimentado la pérdida de algún ser querido o que tienen desórdenes de atención o de la conducta, o discapacidades en el aprendizaje o aún también problemas de salud mental, corren mayor riesgo de sufrir depresión.

¡¡CUIDEMOS A LOS NIÑOS,
 ELLOS SON UN GRAN TESORO!!

Dios ama a los niños, son muy importantes para el, debemos amarlos y cuidarlos nosotros los adultos:

“Dejar a los niños venir a mí, porque de ellos es el reino de los cielos”.
“He aquí, herencia de Dios son los hijos, cosa de estima el fruto del vientre”.

 Dios nos ha bendecido a los adultos  con el hecho de poder tener hijos en nuestro propio hogar, pero al mismo tiempo que es una bendición y un privilegio tenerlos, es también una gran responsabilidad.
La vida del adulto es muy importante, pero sabe valerse por sí mismo, el niño NO!
Él necesita de cuidados particulares según la etapa y la edad en que esté, según su sexo, según su realidad social y emocional, el niño es alguien  que necesita el
apoyo de los adultos.
Para Dios los niños son muy importantes.
¡Para nosotros deben serlo también!

    •.¸¸•´¯`•.¸¸. Patricia  .¸¸•´¯`•.¸¸.•



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miércoles, 29 de octubre de 2014

AYUDANDO A NUESTROS HIJOS A ELEGIR BIEN SUS AMISTADES

“Júntate con sabios y obtendrás sabiduría; júntate con necios y te echarás a perder” (Proverbios 13:20.) A fin de ayudar a tus hijos a elegir bien sus amistades, debes hacerles estas preguntas: “¿Quién es tu mejor amigo? ¿Por qué te agrada? ¿En qué lo imitarías?”. Otra alternativa muy valiosa es pedirle a tus hijos que inviten a sus mejores amigos a casa. De ese modo, puede observarlos y dar a tus hijos cualquier consejo necesario. El proceso de selección de los buenos amigos de nuestros hijos, dependerá de varios factores. Los padres forman parte del modelo principal y el más importante, ya que se establece una inteligencia emocional a partir de ellos. La relación madre-hijo es de suma importancia, porque es la primera relación social que tiene el ser humano, la cual marcará sus pautas de conductas sociales, tienden a ser más comunicativos, cooperadores y con mayor sentido de pertenencia a los grupos con los que se relacionan y conviven. Otro punto clave a considerar, es la etapa de desarrollo en que se encuentre el ser humano, ya que, a partir de loa edad escolar primaria se vuelven más selectivos, teniendo sus preferencias más claras.


ALGUNAS IDEAS PARA PADRES

 -En el caso de hijos únicos, intente que los mismos compartan en un grupo que NO sea reducido.
-Cree conciencia sobre el valor de la amistad de una manera amplia.
-Sea modelo a seguir de sus hijos para dialogar y tratar a las personas.
-En los casos de niños que les cuesta hacer amistades, invite a algunos compañeritos a su casa, para que se relacionen más.
-Es importante dejarlos asistir a los cumpleaños de sus amigos y así como anotarlos en grupos deportivos, musicales, recreativos, campamentos de verano, etc.
-Fomente las buenas reglas de los juegos en equipo. Enséñeles a seguir las instrucciones, a ganar, a perder y a liderar un equipo.
-Si sus hijos se equivocan, enséñeles a pedir disculpas, y a dar las gracias cuando le hacen un favor.
-Sea ejemplo a seguir, ya que sus hijos aprenden por medio del ejemplo. Si ellos observan que sus padres agradecen, NO gritan y se preocupan por el otro, la familia será la promotora de crear niños que sepan seleccionar sus amistades y sean sociables.
-La autoestima, y básicamente la educación familiar que se desarrolle en el niño, o adolescente, serán la clave fundamental para que ese niño sea emocionalmente capaz de elegir una amistad adecuada, y que no esté vulnerable a los abusos de ninguna clase.
-Un niño socializado adecuadamente, será un adulto que podrá comunicarse de una forma efectiva, resolverá sus conflictos interpersonales de una manera funcional, se adaptará a los cambios mejor y será más seguro de sí mismo, controlará sus impulsos, y NO desarrollará conductas agresivas hacia los demás.
 Ser sociable le permitirá elegir con criterio buenas amistades, vencer la timidez, trabajar en equipo, aprender el valor de la justicia y superar las crisis; lo que fundamenta la selección de los buenos amigos. En la Biblia encontramos varios ejemplos de “amistades saludables”:
Sadrac, Mesac y Abed-Nego son otro ejemplo de fuerte amistad, estos jóvenes vivieron en los tiempos de cautividad. Cuando el pueblo Israelita fue llevado a Babilonia. Estos nos dan el modelo de fe en Dios aun cuando alrededor de ellos todos eran paganos (Dn.3:1-15), y de sumisión a su voluntad aun cuando el coste de esa fe fuera el ser echados al horno de fuego (Dn.3:16-23). Donde Dios se glorificaría mostrando su poder. (Dn.3:24-30)
Uno de los mayores ejemplos bíblicos de la amistad es la de David y Jonatán, el hijo de Saúl. La lealtad de Jonathan a su amigo, David, superó a la de su padre y sus propias ambiciones (1 Sam 18:1-4; 20:14-17). Así se ve a David junto con su fiel amigo, después de la muerte de Jonathan, David escribió una canción para él, un homenaje lleno de desconsuelo desgarrador (2 Samuel 1:25-27). En el Nuevo Testamento, muchas de las cartas de Pablo comienzan y terminan con homenajes a sus amigos, los que le servían, lo apoyaban, oraban por él, y lo amaban.

Meditaremos en esta “Amistad saludable”
 Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl y vino a David en Mores, y fortaleció su mano en Dios (1 Sam 23:16) Los amigos son necesarios. Un amigo sincero es una mano que ayuda y auxilia en tiempo de necesidad. Con toda razón se ha dicho que un amigo es como la sangre, que acude a la herida sin que nadie la llame. Los amigos se quitan la máscara y se revelan como son, sin inhibiciones. Los psicólogos hablan de la necesidad de tener un "amigo significativo". Dicen que a ese amigo se le pueden revelar todos los secretos de la vida sin ningún temor. Los amigos se dan totalmente, en libertad absoluta. Puede abrirse el corazón delante de ellos, sin reservas. Según se describe en el relato bíblico registrado en 1 Sam 23:14-18, Jonatán era un verdadero amigo de David. Aunque era el heredero legitimo al trono, no manifestó ni celos ni envidia hacia su amigo David. Aceptó la preeminencia de David; aceptó que sería rey de Israel y humildemente decidió ocupar el segundo lugar. Los verdaderos amigos están dispuestos a dar no solo cosas o posiciones, sino la vida misma. Jonatán enseña que los amigos verdaderos son una fuente constante de ánimo. David era atormentado constantemente por el odio asesino del rey Saúl. No importaba dónde se encontrara, ya fuera metido en una cueva o detrás de un arbusto, o quizás oculto en una colina, o detrás de un peñasco, esperaba que en cualquier momento Saúl lo encontrara y acabara con su vida. Pero David tenía la bendición de contar con un amigo como Jonatán. Él estaba ahí para fortalecerlo. Lo visitó en el desierto y le dio palabras de aliento: «No temas, pues no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti» (1 Sam. 23:17). Se parecía a Juan el Bautista, el mayor de los profetas, quien dijo, comparándose con Jesús: «A él conviene crecer, mas a mí menguar» (Juan 3: 30). 
Hay quienes parecen amigos pero se destruyen unos a otros; el amigo verdadero se mantiene más leal que un hermano.
(Proverbios 18:24)

No tengas nada que ver con gente violenta, ni te hagas amigo de gente agresiva, para que no imites su conducta y tú mismo te tiendas una trampa. 
(Proverbios 22:24-25)

 Sobre todo, nunca olvides al mejor amigo que tienes: el Señor Jesucristo. ¿Qué clase de amigo eres ?
 Dos son mejor que uno, porque sacan más provecho de sus afanes. Si uno de ellos se tropieza, el otro lo levanta. (Eclesiastés 4:9-10)

•.¸¸•´¯`•.¸¸. Patricia  .¸¸•´¯`•.¸¸.•


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martes, 28 de octubre de 2014

EQUILIBRIO ENTRE LA AUTOESTIMA Y LA PALABRA DE DIOS

La Biblia repetidamente menciona elementos del control y la eficacia propia, conectando el “hacer bien” con el “sentirse bien”.
Todas beneficiosas para edificar la autoestima.
El primer ejemplo que encontramos en la Biblia, se encuentra en Génesis 4:6-7: Dios le dice a Caín que el hecho de no vivir a la altura del estándar esperado deja la puerta abierta a las emociones negativas, sino que debe seguir tratando de vencer o “gobernar” el fracaso para obtener el resultado deseado y obtener la retroalimentación que le guiará a un punto de vista positivo y justificado de sí mismo.
Lo que la Biblia desanima no es la autoestima en sí, sino una confianza excesiva de las capacidades propias o estima. La humildad es el remedio para la demasía o  la clase equivocada de autoestima. Filipenses 2:3 señala que “antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”.
El mensaje de la Biblia sobre el tema es consistente: se exhorta a tener control, el éxito es motivo de celebración  y el esfuerzo será recompensado. Con frecuencia la gente cita Eclesiastés 9:10 dice:  “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría”.
Del mismo modo, no existe recompensa por haber escogido abandonar alguna tarea debido a que se torna muy difícil o incierta: “NO nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos” (Gálatas 6:9).

SANANDO LA AUTOESTIMA

 Recibir elogio por nuestra destreza efectiva y el desarrollo de una habilidad puede dar mucho ánimo. Proverbios 3:4 observa que es posible, aun hasta deseable, el “hallar gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres”.
Sin embargo, trabajar solamente por ese elogio, en lugar de por la meta de obtener destreza, puede ser una búsqueda fugaz, un espejismo.
Gálatas 1:10 es uno de los muchos textos que nos advierten en contra de buscar el halago de los demás. Pablo el apóstol escribe: “¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo.”  
 Algunas personas tienen un concepto muy bajo de si mismos, se comparan con otros y casi siempre sobre valoran a los demás mientras ellos se desvaloran. Se ven al espejo y generalmente se concentran en sus defectos ignorando casi por completo sus virtudes.
Cuando conversan con otros es común que hablen de sus aspectos negativos menospreciándose a si mismos, y aunque los otros traten de convencerlos de que son mas sus virtudes que sus defectos, ellos no lo aceptan porque se han hecho una imagen bastante distorsionada de lo que realmente son. La Biblia nos enseña que el Rey Saúl tenía problemas con su autoestima.
Se consideraba más pequeño que los demás, proveniente de la familia menos importante y descendiente de la tribu mas chica de Israel. 1º Sam 9:21; 15:17. Aunque era mas alto que todos los demás hombres y llamado por Dios para ser el rey de el pueblo escogido, y además ungido para cumplir con su misión y, aunque Dios lo tenia en alta estima, su baja autoestima lo hacia verse como una persona insignificante.
 Efectos de la baja Autoestima
Entre los efectos más comunes de la baja autoestima pueden señalarse los siguientes:
1. Auto-rechazo. Debido a que la persona encuentra en si mismo más defectos que virtudes, mientras que de otros ve mas las virtudes, tiende a sentirse profundamente insatisfecho e incómodo con su manera de ser. Algunas veces llega hasta sentirse resentido con Dios por que no lo hizo como a los demás.
2. Rechazo. No solamente se rechaza a sí mismo si no que también
rechaza a otros por que siente envidia de ellos y no puede soportar que estén mejor que él.
3. Inseguridad. Por lo general la persona piensa que otros están mejor preparados que él para realizar las tareas cotidianas, por lo que decide apartarse y dejar que los demás hagan lo que a el le corresponde. Esta inseguridad se manifiesta frecuentemente como celo hacia su pareja ya que piensa que su cónyuge podría cambiarlo por alguien mejor que él.
4. Infelicidad. Obviamente toda esta manera de
percibir su entorno le impide disfrutar la vida y ser feliz. Desafortunadamente también impide que sean felices todos aquellos que están a su alrededor. Naturalmente, las personas al sentirse afectadas se alejan de él y entonces sus temores se vuelven realidad y su autoestima se daña aún mas.
5. Inadecuadas relaciones interpersonales. Es bastante común que la persona trate pésimamente a los otros debido a que no esta satisfecho con sigo mismo, y por supuesto que no lo está con los que
le rodean. Probablemente llegue hasta culparlos por su condición y a descargar su frustración en ellos.
6 .Estancamiento. Es casi imposible que la persona alcance a de
sarrollar todo su potencial si no sana su autoestima. El rey Saúl interrumpió el programa de Dios para su vida y no permitió que lo llevara hasta donde El quería. El pobre concepto que tenia de si mismo no le permitió creer que Dios lo respaldaría si hacía su voluntad. Murió antes de cumplir con el propósito para el que fue llamado (1º Samuel 31:4).
 Cuando la primera pareja Adan y Eva no habían desobedecido a Dios, caminaban tranquilamente por el huerto y hablaban con Él cada día; pero cuando el pecado entró en su corazón, sintieron temor y vergüenza de presentarse ante su creador y prefirieron esconderse sintiéndose indignos e inmerecedores de su presencia. Su autovaloración cambió drásticamente por no hacer lo recto ante su Señor.

Vive para Dios. Recuerda, si eres cristiano, vives en el mundo pero no eres del mundo. Las reglas, vestimenta, estima y todo lo demás de ellos, es eso, ellos. No está dado por Dios. Tú eres un hijo de Dios y como su hijo debes contar con él en todo, incluyendo tu autoestima.
La autoestima está altamente sobreevaluada. Si necesitas más autoestima es que necesitas más de Dios. No importa en realidad nuestra autoestima si no nuestra Dios- estima, recuerda eso siempre. ¿Qué importa si la gente se burla de ti por tu fe? Al final no importa cómo nos desenvolvemos socialmente, lo que importa es la fe.
 Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos! Pero la gente de este mundo no reconoce que somos hijos de Dios, porque no lo conocen a él (1° Juan 3:1)

Te conocía aun antes de haberte formado en el vientre de tu madre; antes de que nacieras, te aparté y te nombré mi profeta  a las naciones (Jeremías 1:5)
Hay un tipo de autoestima que viene del entendimiento de quién es Dios y de nuestra relación con él. Sólo leyendo Su Palabra sabremos como desarrollar la autoestima a través de Dios. El método está basado en Jesús. Este es el MEJOR  y más efectivo de todos los métodos ya que puedes encontrarte con Dios.
 •.¸¸•´¯`•.¸¸. Patricia  .¸¸•´¯`•.¸¸.•



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lunes, 20 de octubre de 2014

EL EJEMPLO DE LOS PADRES ES LA MEJOR LECCIÓN

El ejemplo de los padres es la mejor lección
““Tú, sin embargo, el que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú, el que predicas: 2No hurtes”, ¿hurtas? Tú, el   que dices: ‘No cometas adulterio’, ¿cometes adulterio?” (Romanos 2:21, 22.)
Educar a los hijos es mucho más difícil y complejo que cultivar una planta, y también exige considerables atenciones. De ahí que los padres suelan dudar respecto al tipo de crianza que deben dar a sus hijos. Muchos sienten que necesitan ayuda, tal como la persona que quiere cultivar orquídeas necesita el asesoramiento de un experto. Esta planta en particular es una planta de flores muy hermosas, pero difícil de cultivar, pues para lograrlo hay que controlar la temperatura y la iluminación y tener en cuenta el tamaño de la maceta Entre otras cosas… Sin duda todos los padres desean la mejor guía. ¿Dónde pueden hallarla?
Aunque la Biblia no es un manual sobre la crianza de los hijos, el Creador inspiró a sus escritores para que incluyeran muchos consejos prácticos sobre el tema. Las Escrituras destacan el valor de cultivar buenas cualidades, algo que, en opinión de muchos, suele pasarse por alto (Efesios 4:22-24). En este sentido, los consejos bíblicos representan un elemento esencial de la educación equilibrada. Dichos consejos han beneficiado ya a miles de personas que los han aplicado, sin importar la época en que hayan vivido o sus antecedentes culturales. Por ello, seguir las recomendaciones divinas puede ayudarle a tener éxito en la crianza de sus hijos.


ALGUNAS CONSIDERACIONES VALIOSAS:

 Si los padres imparten instrucciones concretas a su hijo pero no las acompañan de un buen ejemplo de habla y conducta, lo que estos digan perderá valor. Por ejemplo, si quieren inculcar honradez en el niño, ellos mismos deben demostrarla. Algunos padres, cuando no quieren contestar una llamada telefónica, mandan a sus hijos que digan a la persona: “Lo siento, papá (o mamá) no está en casa”. El niño que recibe esta instrucción se sentirá avergonzado y confundido.
Con el tiempo, es probable que si se halla en una situación difícil, él también empiece a mentir sin sentir ningún remordimiento. Por eso, si los padres de veras quieren que su hijo sea una persona honrada, ellos mismos tienen que hablar y comportarse en consecuencia. ¿Desea enseñar a su hijo a hablar respetuosamente? Entonces, ponga usted el ejemplo; su hijo lo imitará enseguida. La Biblia dice en Gálatas 6:7: “Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará”. Si los padres desean que sus hijos tengan normas morales elevadas, ellos mismos deben demostrar que viven en conformidad con dichas normas.
Comuníquese francamente con sus hijos 
Muchos padres pasan cada vez menos tiempo con sus hijos. Mientras están en casa, tienen que encargarse de los quehaceres domésticos y de otras tareas, y es probable que terminen agotados. En esas circunstancias, ¿cómo se logra mantener una buena comunicación con los hijos? Suelen presentarse oportunidades de hablar con ellos si se realizan los quehaceres juntos.
 Es importante que los niños se acostumbren a comunicarse con los padres desde tierna edad. De lo contrario, cuando sean adolescentes y quizás afronten problemas, no verán a sus padres como amigos con quienes hablar. ¿Cómo se puede ayudar a los hijos a que abran su corazón? Proverbios 20:5 dice: “El consejo en el corazón del hombre es como aguas profundas, pero el hombre de discernimiento es el que lo sacará”. Una forma de lograr que los hijos expresen sus opiniones y sentimientos es utilizar preguntas de punto de vista, como por ejemplo: “¿Qué opinas tú?”. ¿Qué hará usted si su hijo comete una falta grave? Es en ese momento cuando el niño necesita que lo traten con bondad y consideración. Domine sus emociones mientras escucha a su hijo. Si usted domina sus emociones y escucha, la corrección que administre será más fácil de aceptar.
Es esencial que la disciplina se base en el amor
“Ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Dios.” (Efesios 6:4) Para obtener buenos resultados, es importante que se administre disciplina amorosa de la manera adecuada. ¿Cómo podrían los padres ‘irritar a sus hijos’? Si la disciplina no se corresponde con la gravedad del mal o se administra de forma muy crítica, los hijos se resistirán a aceptarla. La disciplina siempre debe darse con amor (Proverbios 13:24). Si usted razona con sus hijos, ellos comprenderán que los disciplina porque los ama (Proverbios 22:15; 29:19). Por otro lado, si el niño comete una falta contra otra persona, usted puede insistir en que se disculpe.
Es recomendable administrar la disciplina en el momento apropiado. Eclesiastés 8:11señala: “Por cuanto la sentencia contra una obra mala no se ha ejecutado velozmente, por eso el corazón de los hijos de los hombres ha quedado plenamente resuelto en ellos a hacer lo malo”. De igual manera, muchos niños tratarán de ver si pueden evitar el castigo por su mal comportamiento. Por consiguiente, una vez que haya advertido a su hijo que lo disciplinará si comete cierto mal, asegúrese de cumplir su palabra. El entretenimiento sano es valioso
“Hay un [...] tiempo de reír [...] y [un] tiempo de dar saltos.” (Eclesiastés 3:1, 4.) Los ratos de ocio y el entretenimiento sano y equilibrado son necesarios para el desarrollo mental y físico del niño. Cuando padres e hijos participan juntos en actividades recreativas, los vínculos familiares se fortalecen y los niños se sienten seguros. ¿De qué pasatiempos agradables puede disfrutar una familia? Si lo piensa, verá que existen muchos; por ejemplo, deportes al aire libre como pasear en bicicleta o juegos de pelota. Imagínese también los buenos ratos que se pueden pasar si tocan juntos instrumentos musicales. Y es posible que viajar a lugares cercanos para disfrutar de la naturaleza se convierta en una fuente de hermosos recuerdos. Tales situaciones ofrecen a los padres la oportunidad de inculcar en sus hijos un punto de vista equilibrado del entretenimiento. Lo cierto es que los niños que disfrutan de la recreación en familia se sienten menos inclinados a entretenerse con programas de televisión, vídeos, películas o juegos en línea que muestran escenas de violencia e inmoralidad.
 Usted puede tener éxito en la educación de sus hijos 

Si usted quisiera cultivar una orquídea, pero temiera que se marchitase, tal vez se desanimaría. Pero sin duda se sentiría tranquilo si un experto en el cultivo de orquídeas le diera algunas buenas ideas y le asegurara: “Tendrás éxito si lo haces de esta manera”. Jehová, la Autoridad Suprema de la naturaleza humana, nos indica cuál es la mejor manera de criar a los hijos. Él dice: “Entrena al muchacho conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no se desviará de él” (Proverbios 22:6). Si usted educa a sus hijos en conformidad con los consejos bíblicos, es muy probable que disfrute de verlos crecer hasta convertirse en adultos responsables, considerados, con buena moralidad. En ese caso, no solo contarán con el amor del prójimo, sino lo que es más importante aún, con el amor de nuestro Padre celestial.

    •.¸¸•´¯`•.¸¸. Patricia  .¸¸•´¯`•.¸¸.•


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miércoles, 15 de octubre de 2014

CULTIVANDO "VALORES" EN LA FAMILIA

Al hablar de familia podemos imaginar a un grupo de personas felices bajo un mismo techo y entender la importancia de la manutención, cuidados y educación de todos sus miembros, pero descubrir la raíz que hace a la familia el lugar ideal para forjar los valores, es una meta alcanzable y necesaria para lograr un modo de vida más humano, que posteriormente se transmitirá naturalmente a la sociedad entera.
El valor de la familia nace y se desarrolla cuando cada uno de sus miembros asume con responsabilidad y alegría el papel que le ha tocado desempeñar en la familia.
El valor de la familia va más allá de los encuentros habituales, los momentos de alegría y la solución a los problemas que cotidianamente se enfrentan.
El valor nace y se desarrolla cuando cada uno de sus miembros asume con responsabilidad y alegría el papel que le ha tocado desempeñar en la familia, procurando el bienestar, desarrollo y felicidad de todos los demás.
Formar y llevar a la familia en un camino de superación constante no es una tarea fácil.
Las exigencias de la vida actual pueden dificultar la colaboración e interacción porque ambos padres trabajan, pero eso no lo hace imposible, por tanto, es necesario dar orden y prioridad a todas nuestras obligaciones y aprender a vivir con ellas.
Debemos olvidar que cada miembro cumple con una tarea específica y un tanto aislada de los demás: papá trabaja y trae dinero, mamá cuida hijos y mantiene la casa en buen estado, los hijos estudian y deben obedecer.
Es necesario reflexionar que el valor de la familia se basa fundamentalmente en la presencia física, mental y espiritual de las personas en el hogar, con disponibilidad al diálogo y a la convivencia, haciendo un esfuerzo por cultivar los valores en la persona misma, y así estar en condiciones de transmitirlos y enseñarlos.
En un ambiente de alegría toda fatiga y esfuerzo se aligeran, lo que hace ver la responsabilidad no como una carga, sino como una entrega gustosa en beneficio de nuestros seres más queridos y cercanos.

 VALORES FUNDAMENTALES A TENER EN CUENTA:
 Lo primero que debemos resolver en una familia es el egoísmo: mi tiempo, mi trabajo, mi diversión, mis gustos, mi descanso... si todos esperan comprensión y cuidados ¿quién tendrá la iniciativa de servir a los demás? Si papá llega y se acomoda como sultán, mamá se encierra en su habitación, o en definitiva ninguno de los dos está disponible, no se puede pretender que los hijos entiendan que deben ayudar, conversar y compartir tiempo con los demás. La generosidad nos hace superar el cansancio para escuchar esos problemas de niños (o jóvenes) que para los adultos tienen poco importancia; dedicar un tiempo especial para jugar, conversar o salir de paseo con todos el fin de semana; la salida a cenar o al cine cada mes con el esposo/a ... La unión familiar no se plasma en una fotografía, se va tejiendo todos los días con pequeños detalles de cariño y atención, sólo así demostramos un auténtico interés por cada una de las personas que viven con nosotros.
Otra idea fundamental es que en casa todos son importantes, no existen logros pequeños, nadie es mejor o superior. Se valora el esfuerzo y dedicación puestos en el trabajo, el estudio y la ayuda en casa, más que la perfección de los resultados obtenidos; se tiene el empeño por servir a quien haga falta, para que aprenda y mejore; participamos de las alegrías y fracasos, del mismo modo como lo haríamos con un amigo... Saberse apreciado, respetado y comprendido, favorece a la autoestima, mejora la convivencia y fomenta el espíritu de servicio. Es importante recalcar que los valores se viven en casa y se transmiten a los demás como una forma natural de vida, es decir, dando ejemplo.

Para esto es fundamental la acción de los padres, pero los niños y jóvenes -con ese sentido común tan característico- pueden dar verdaderas lecciones de cómo vivirlos en los más mínimos detalles.
Por otra parte, muchas son las familias que han encontrado en la lectura de la Biblia y en las prácticas de piedad, una guía y un soporte para elevar su calidad de vida, ahí se forma la conciencia para vivir los valores humanos de cara a Dios y en servicio de los semejantes. Por tanto, en la fe se
encuentra un motivo más elevado para formar, cuidar y proteger a la familia.
Aunque son los padres quienes tienen la responsabilidad en la formación y educación de los hijos, estos últimos no quedan exentos.
Los jóvenes solteros, y aún los niños, comparten esa misma responsabilidad pues en este camino todos necesitamos ayuda para ser mejores personas. Actualmente triunfan aquellos que se distinguen por su capacidad de trabajo, responsabilidad, confianza, empatía, sociabilidad, comprensión, solidaridad, etc. etc., valores que se aprenden en casa y se perfeccionan a lo largo de la vida según la experiencia y la intención personal de mejorar.
Pensemos que todo a nuestro alrededor cambiaría y las relaciones serían más cordiales si los seres humanos se preocuparan por cultivar los valores en familia.
Cada miembro, según su edad y circunstancias personales sería un verdadero ejemplo, un líder en el ramo, capaz de comprender y enseñar a los demás la importancia y trascendencia que tiene para sus vidas la vivencia de los valores, los buenos hábitos y las costumbres.
 Pensemos que todo a nuestro alrededor cambiaría y las relaciones serían más cordiales si los seres humanos se preocuparan por cultivar los valores en familia. Cada miembro, según su edad y circunstancias personales sería un verdadero ejemplo, un líder en el ramo, capaz de comprender y enseñar a los demás la importancia y trascendencia que tiene para sus vidas la vivencia de los valores, los buenos hábitos y las costumbres. Para que una familia sea feliz no hace falta calcular el número de personas necesarias e indispensables para lograrlo, mientras en ella todos participen de los mismos intereses, compartan gustos y aficiones y se interesen unos por otros. Podríamos preguntarnos ¿cómo saber si en mi familia se están cultivando los valores? Si todos dedican parte de su tiempo para estar en casa y disfrutar de la compañía de los demás, buscando conversación, convivencia y cariño, dejando las preocupaciones y el egoísmo a un lado, sin lugar a dudas la respuesta es afirmativa.
El amor en la familia no es algo que se tenga que dar porque si, esta sentimiento tiene dos cometidos fundamentales: 1. Enseñar el amor, aprender a amar, cuidarlo y comunicarlo, así como proyectarlo a la sociedad: Es en el seno familiar donde se deben cultivar los valores del ser humano, enseñarlo a pensar, a profundizar, a reflexionar, hacerle ver y sentir que el respeto es el guardián del amor, así como la honradez, la generosidad, la responsabilidad, el amor al trabajo, la gratitud, etc. Es ahí en la familia, donde nos invitan a ser creativos en el cultivo de la inteligencia, la voluntad y el corazón, para poder contribuir y abrirnos a la sociedad preparados e íntegros. El amor de la familia por tanto debe también trasmitirse a la sociedad. 2.El amor les ayuda a cada uno de sus miembros, especialmente a los hijos, a que desarrollen todas sus potencialidades para que logren alcanzar lo más cerca posible sus objetivos en la vida: La psicología afirma que el afecto estimula el aprendizaje y desarrolla la inteligencia gracias a la sensación de seguridad y confianza que otorga y que se desarrolla lentamente a través de la infancia, la niñez y la adolescencia.
 La capacidad de amar es resultado del desarrollo afectivo que ha tenido el ser humano durante sus primeros años de su vida, mediante un proceso continuo y secuencial que pasa por la infancia, adolescencia y se posterga hasta la madurez y vejez.

•.¸¸•´¯`•.¸¸. Patricia  .¸¸•´¯`•.¸¸.•


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<span>CULTIVANDO VALORES EN LA FAMILIA</span> -
<span>(c)</span> -
<span>PATRICIA ULARIAGA</span>
</a>




jueves, 9 de octubre de 2014

APRENDER A REíR EN FAMILIA

Existe un dicho que afirma que "los hijos son la alegría del hogar". Y, sin embargo, todos los que tienen hijos pequeños -y no tan pequeños- han experimentado la tensión continua que supone el esfuerzo por educar bien a los hijos. Puede que estemos tan centrados en ayudarles a portarse correctamente, a adquirir buenos hábitos que nos olvidemos que también necesitan reír.., a carcajada limpia.
Efectivamente, nuestros hijos necesitan autoridad y disciplina, pero la infancia también
necesita un tiempo para reírse. Casi puede decirse que nuestros hijos se encuentran en la edad de la risa: fácil, espontánea, continua, ... feliz. Se encuentran en el período sensitivo para hacer del buen humor una forma de ser, una postura ante la vida. Fomentárselo les ayudará a contar con recursos para superar problemas y disgustos. Nuestros hijos han de ser capaces de enfrentarse a las dificultades de la vida, pero también han de ser capaces de recordar su infancia como una época feliz, unos años de risas continuas (junto a nuestra
exigencia, que también es igual de necesaria). Y, para ello, hay que aprender a reírse en familia.
Pero para ganarse el afecto de los hijos es necesario que nosotros colguemos los problemas en el perchero, al entrar a casa. Y lo mismo que nos proponemos besar a nuestra mujer o marido al llegar, también nos decidamos a sonreír.
Estar de buen humor no cuesta tanto y, además, es mucho más gratificante. Hay que esforzarse por sonreír, aunque a veces se haga difícil. Así acabará por enraizarse en el carácter un sólido sentido del humor.
En definitiva, los hijos aman a aquellos que tienen tiempo no sólo para enseñarles, sino para divertirse con ellos. Por lo tanto, podemos buscar las mil y una ocasiones que presta la vida normal para convertirlas en carcajadas, es decir, para reírnos con nuestros
hijos.

 COMO REÍR:
Cuando nuestros hijos eran más pequeños, incluso ya de bebés, nosotros les enseñamos a reír al hacerles caricias, cosquillas, masajes y morisquetas... Pues nosotros somos los mismos y ellos también, y quizá ahora, con ocho o diez años, les sigan haciendo gracia esa mueca.
Es el momento de continuar riéndose en familia, con más frecuencia y con las más simples "tonterías.
Ver a sus padres riendo habitualmente -y serios y preocupados cuando haga falta, aunque sin perder la serenidad- les ayudará a adquirir las bases de una personalidad segura. 
Humoristas profesionales :
Los hijos son unos excelentes humoristas y tienen siempre muchas ganas de reír. Podemos aprovecharnos de esta característica continuamente.
Muchas veces un rasgo de humor servirá para salvaguardar el tesoro de la autoridad al no tener que ejercerla.
El humor sirve para relajar un ambiente tenso y pone aceite lubricante al engranaje de la autoridad. No pensemos que debemos ser muy ocurrentes y graciosos, o que nos pasemos todo el día contándonos chistes. Pero buscar, de vez en cuando, frases amables y divertidas, comparaciones precisas y oportunas, y hasta tratar de imitar sus actitudes, puede servirnos para que ellos comprueben lo desfasado y hasta ridículo de muchos de sus comportamientos. Por otro lado, tampoco puede acomplejarnos la realidad de nuestra carencia de dotes interpretativas y agudeza mental para contar chistes, o acertar con un gesto o frase. Actuamos ante un público predispuesto a favor.
 Con confianza: El ambiente risueño es propicio a la confianza y a la confidencia. Quizá así podamos entrar en intimidades que de otra forma nos serían vedadas. Además, el humorismo nos permite siempre una salida airosa en nuestras reprimendas o castigos: el humor es un signo visible de cariño, que se trasluce en el deseo de
hacer llegar suavemente un mensaje.
Porque la alegría y el optimismo de nuestro hogar deben asentarse en el amor.
En resumen…
Siempre hay "momentos tontos" a lo largo del día (viajes, colas en el negocio) que puedes aprovechar para hacer reír a tus hijos, recordando anécdotas divertidas, contando algún chiste, diciendo alguna
frase ocurrente… El humor y el optimismo son factores formidables para avivar la inteligencia. Propón a tus hijos que organicen ellos una salida familiar, o una tarde especial... pero estate también dispuesto a aguantar de todo con sonrisa y buen humor. Puede ocurrir que los chistes que cuenten los hijos no te hagan gracia. Al menos, puedes intentar escucharlos y reírte para que poco a poco vayan apre
ndiendo a soltarse. Es un buen medio para que se acostumbren a hablar en público.
Hay que enseñarles a disfrutar de las cosas sencillas y cotidianas presentes en la vida. Hacer de un simple paseo dominical toda una aventura, disfrutar de la conversación o de una cena... Para todo ello, hay que pasarlo bien en familia. También hay que dejarles claro que la vida no es sólo reírse a todas horas; hay situaciones y visitas, momentos de descanso) en las que hay que saber comportarse, lo mismo que hay conversaciones serias (por ejemplo, sobre los estudios).

Realiza,
de vez en cuando, una "supernoche familiar": podéis juntaros en la sala de estar contando historias, chistes, comiendo palomitas... Será muy divertido. Los más atrevidos pueden, incluso, acabar durmiendo allí en colchones o en sacos de dormir.
Los hijos necesitan un ambiente en el que, habitualmente, se esté de buen humor. Y, cuando no es así, ese hogar va cayendo poco a poco en un sopor parecido a la tristeza, que nunca es productiva ni
libera en nada de los problemas.
 Los hijos necesitan un ambiente en el que, habitualmente, se esté de buen humor. Y, cuando no es así, ese hogar va cayendo poco a poco en un sopor parecido a la tristeza, que nunca es productiva ni libera en nada de los problemas. Son muchas las ventajas que ofrece el buen humor a nuestro hijos. Entre ellas, podemos destacar las siguientes: - Seguridad en ellos mismos. - Su autoestima mejora. - Un carácter alegre y más amable. - Dominan el orgullo. - Disfrutan más de las pequeñas cosas cotidianas. - Fomenta la creatividad. - Aviva la inteligencia.  - Más facilidad para relacionarse con los demás.  Cuando el Señor habló con Job, matizó sus palabras con varias expresiones humorísticas:   Job 38.21 ; 39.13-18 ; 40.23 y 24 ; 41.5 y 8.  Jehová no cree que los acontecimientos dramáticos y difíciles de la vida de Job están reñidos con el buen humor. Por supuesto, el empleo de estas expresiones humorísticas no significa que el Señor haya restado importancia a la tragedia del patriarca. Hasta cierto punto, podría decirse que el atribulado Job fue objeto de la psicoterapia divina, para ayudarlo a superar su estado de angustia mediante el uso del humor. Antes de su tremenda prueba el patriarca Job a riesgo de sorprender a sus relaciones sabía reír (ver cap. 29.24). Después de la aflicción, el lenguaje empleado por Jehová parece estar destinado, entre otros propósitos, a devolver a Job un sano sentido del buen humor. Por supuesto, esto no implica desconocer que Dios también tenía intenciones más profundas pero no hay que olvidar que el buen humor, la alegría, el gozo, son características del espíritu en completa paz con Dios. Se cumple así la involuntaria profecía de Bildad: «Dios no aborrece al perfecto Aún llenará tu boca de risa, y tus labios de júbilo» (cap. 8.20, 21).
 Cuando el verdadero creyente está en comunión con Dios. Entonces hay un buen humor, legítimo, natural. La risa brota fácilmente del espíritu gozoso, y así el cristiano descubre el secreto de la sana alegría en muchos matices de la vida cotidiana.
«Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres» (Lc2.52). En otras palabras, el Redentor no sólo crecía bajo la protección de su Padre Celestial sino que también conquistaba la simpatía de incontables seres humanos, a causa de las virtudes de su propio carácter. Eso es gracia.

                                •.¸¸•´¯`•.¸¸. Patricia  .¸¸•´¯`•.¸¸.•




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<span>APRENDER A REÍR EN FAMILIA</span> -
<span>(c)</span> -
<span>PATRICIA ULARIAGA</span>
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