Cuando la tristeza es intensa y se hace permanente en una persona, se puede hablar de depresión. Dos de cada cien niños la padecen. A veces la depresión está encubierta y se manifiesta en forma de rabia, de agresividad, de enfado o de mala conducta. Otras, se traduce en inquietud o hiperactividad y, en ocasiones, es la causa del fracaso escolar.
Las características principales de la depresión son un estado de tristeza o irritabilidad, desinterés o ausencia de placer en actividades agradables, pérdida o aumento del apetito, insomnio o hipersomnia, agitación o enlentecimiento psicomotor, disminución de la capacidad para pensar y concentrarse, indecisión, fatiga (sobre todo por las mañanas), sentimiento de inutilidad o de culpa y pensamiento o ideas de muerte.
los padres o un cambio de poder adquisitivo en la familia), aislamiento o, en casos extremos, malos tratos.
Otra causa posible es la indefensión aprendida, o expectativas de falta de control, desesperanza, desmotivación. Es el caso del niño pesimista que piensa que le van a ocurrir cosas desagradables y que no van a ocurrir aquellas que desea.
También es el caso del niño para el que ser bueno es una obligación.
FACTORES QUE DESENCADENAN LA DEPRESIÓN INFANTIL
Algunos de los factores desencadenantes son:
Evento estresante: esto puede favorecer la existencia de pensamientos depresores, sobre todo en esas edades en que el niño es mucho más vulnerable, por ejemplo, la reiteración del fracaso, estarlo culpando de ciertos fracasos y la ansiedad que suele acompañar a esos acontecimientos, puede hundir al niño en un estado de indefensión haciendo que se inhiba y que esté en completa depresión.
Hay momentos en donde se le debe señalar al niño que hizo las cosas de forma incorrecta, pero cuando los padres se relacionan básicamente en ese sentido con su hijo que nunca tiene palabras de amor y de aliento, ese es un factor que estresa que angustia al niño y que finalmente lo puede llevar a ese estado de depresión.
La propia familia: el niño en la familia debe sentirse seguro, debe sentir que es un lugar agradable, de protección, donde hay amor, amistad, en donde hay relaciones afectivas, y eso lo debe estar viviendo el niño, pues para eso existe la familia. La familia constituye un ambiente especialmente importante, ya que esto influencia el comportamiento del niño.
La inestabilidad en la convivencia familiar son factores que se pueden presentar como desencadenantes para la depresión del niño. El niño es un ser que “siente” y es afectado por las circunstancias que le rodean, todo lo que vive, va a repercutir en su estabilidad emocional, si esa estabilidad está afectada, puede llevar al niño a un estado de depresión.
“¡Ay de aquellos que pongan tropiezo a uno de estos pequeñitos!”
La disciplina es necesaria, pero se debe dejar espacio para experimentar, tener expresiones acordes a su edad, son niños, y deben comportarse como tal.
Escolaridad: el rendimiento escolar o las relaciones que se den en la escuela, son otro factor muy importante para todo niño, cuando no son los adecuados provocan depresión.
La solución es simple, la familia, debe darles herramientas válidas para enfrentar todo conflicto: ayudarlos a pensar, a estudiar, a leer, en cuanto a lo académico. No dejarlos solos, fomentar en ellos un carácter más seguro, y más estable, animarlos, abrazarlos, diciéndoles lo valioso que son y sobre todas las cosas cuán importante es para nosotros sus papás.
Una aclaración: cualquier niño puede tener un período de tristeza, de llanto, de angustia, la depresión infantil es mucho más fuerte que llorar en un día, es mucho más fuerte que el niño se haya sentido triste en algún momento dado.
Los niños que viven con mucha tensión, que hayan experimentado la pérdida de algún ser querido o que tienen desórdenes de atención o de la conducta, o discapacidades en el aprendizaje o aún también problemas de salud mental, corren mayor riesgo de sufrir depresión.
¡¡CUIDEMOS A LOS NIÑOS,
ELLOS SON UN GRAN TESORO!!
Dios ama a los niños, son muy importantes para el, debemos amarlos y cuidarlos nosotros los adultos:
“Dejar a los niños venir a mí, porque de ellos es el reino de los cielos”.
“He aquí, herencia de Dios son los hijos, cosa de estima el fruto del vientre”.
La vida del adulto es muy importante, pero sabe valerse por sí mismo, el niño NO!
Él necesita de cuidados particulares según la etapa y la edad en que esté, según su sexo, según su realidad social y emocional, el niño es alguien que necesita el
apoyo de los adultos.
Para Dios los niños son muy importantes.
¡Para nosotros deben serlo también!
•.¸¸•´¯`•.¸¸.ஐ Patricia ஐ.¸¸•´¯`•.¸¸.•
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<span>DEPRESIÓN INFANTIL</span> -
<span>(c)</span> -
<span>PATRICIA ULARIAGA</span>
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Paticia es muy hermoso tu articulo sobre la depresion, y a mi me sirve de mucho, dado que soy mama adulta, de niña de 9 añitos, en un mundo donde lo que me fue util a los 23 años con mis 2 hijas mayores, cambio abismalmente, hoy.-
ResponderEliminarPor tal motivo es de extrema ayuda todos tus comentarios, en especial sabiendo que tenes una vision cristiana, de la cual me aferre con uñas y dientes para criar a mis mayores, 30 y 28),- te felicito, y te deseo muchisima bendicion ya que dice la palabra que para recibir hay que dar, muchos cariños
Hola! Muchas gracias por tus palabras, me alegra que pueda ser útil para tu vida... que el Señor añada sabiduría cada día en la crianza de nuestros hijos, para que les vaya bien!! Bendiciones para tu vida!!! Cariños!
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