viernes, 19 de diciembre de 2014

“JESÚS 2”

Lee: Lucas 2: 7

“Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”.
La mayoría de nosotros nacimos en hospitales en donde nuestras madres tuvieron muchas comodidades, me atrevería a decir que ninguno nació en un pesebre, ni mucho menos en un establo, sino que todos por muy humilde que fuera nuestra familia nacimos en un lugar digno, no así nuestro Salvador.

Una de las cosas que Jesús menciono en su ministerio acá en la tierra fue que aprendiéramos de Él que era manso y humilde de corazón, para que así pudiéramos encontrar descanso para nuestra alma.

Esas palabras las dijo un Rey que nació de una manera más que humilde. Siendo Rey de reyes no eligió nacer en un palacio con muchas comodidades, sino más bien de la forma que estaba escrito y es un ámbito humilde.

Jesús es el perfecto modelo de humildad, desde su nacimiento, hasta su ascensión, jamás se vanaglorio de ser Dios, sino que mantuvo su humildad siempre.

¿A cuántos de nosotros nos falta esa humildad que tuvo Jesús?, Esta época nos tendría que llevar a reflexionar sobre la importancia de ser humilde en nuestro caminar, reconociendo que todo viene de lo alto.

Debemos aprender a agradecer a Dios por todo lo que nos da, sea mucho o poco, tenemos que entender y poder ser felices en lo poco, para que Dios permita que llegue a nuestra vida lo mucho.


•.¸¸•´¯`•.¸¸. Patricia  .¸¸•´¯`•.¸¸.•




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