domingo, 1 de febrero de 2015

DOÑA ANSIEDAD ¡BASTA, ALÉJATE!

Muchos hoy en día son víctimas del temor, la ansiedad, y la preocupación porque no proveen para sí mismos el alimento espiritual necesario. La mayoría de la gente no se olvida de alimentar su cuerpo pero se olvida de alimentar su alma.

Prestando muy poca atención a su nutrición espiritual, van desgastándose poco a poco y no tienen fuerzas para controlar ni influenciar su mente, la cual causa estragos en su vida.

La Palabra de Dios nos nutre porque oímos la voz de Dios hablándonos desde sus páginas. Por medio de la oración nosotros hablamos con Dios y dejamos nuestros problemas en Sus manos confiando en que él puede resolverlos. Así es como estamos en comunión con Dios. La oración es efectiva y poderosa, capaz de eliminar la ansiedad, temor y preocupaciones de la mente de cualquiera que la practique. Pero hay que tener fe en que Dios oye nuestras oraciones porque creemos en El, y sabemos que nos ama, nos escucha, y quiere ayudarnos.

Santiago 1:5

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”.

Por tanto, si no tienes fe, pídesela a Dios, porque él ha prometido que si pedimos recibiremos.

El texto de Isaías 26:3 es maravilloso, cuando tenemos ansiedad, temor, o preocupación:
“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”.

Juan 14:27

“La paz os dejo, mi paz os doy. Yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.

Lean y mediten en estas palabras. Son palabras de vida y paz.

La fe y la oración son algo poderosísimo. Millones de personas lo han experimentado. No hay droga, calmante, ni sedante que se pueda comparar con la fe en Dios Todopoderoso y la oración.

El enemigo de Dios y de nuestra alma quisiera engañarnos y decirnos que no es verdad, que es solo imaginación, pero los que lo vivimos diariamente lo experimentamos y lo vemos igualmente actuando de forma efectiva en otros creyentes que conocemos.

Mateo 11:28

“Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón; Y HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS; porque mi yugo es fácil y ligera mi carga”.

La vida Cristiana es la vida más feliz que existe. Muchos no saben esto porque no la conocen. Es una relación personal con un Dios amoroso, misericordioso, y compasivo.
“Mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Esto es totalmente cierto.

Lo que realmente pesa es el pecado sin confesar, es la carga más grande que soportamos sobre nuestros hombros. El pecado se confiesa directamente a Dios, pidiendo perdón. No se necesitan intermediarios.

1 Juan 1:9

“Si confesamos nuestros pecados, él (Jesús), es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.

Estos versos se hacen reales solo después de haberlos experimentado.

“La tarde que le pedí a Dios, en nombre de Jesús, que perdonara mis pecados, yo estaba cargada con un peso de culpabilidad y temor. Después de unos momentos de confesión a Dios y arrepentimiento, la culpa y temor desapareció, y una alegría inmensa invadió mi corazón.

Sólo una visita al altar de Dios y me libré del peso y la ansiedad que tenía y que me había estado consumiendo, perturbando y vaciando mi vida durante años.


Dios tenía un REGALO preparado para MÍ!!! Y yo lo tomé!! 

•.¸¸•´¯`•.¸¸. Patricia  .¸¸•´¯`•.¸¸.•


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